La forma en que las empresas funcionan actualmente a sido
una evolución del proceso propuesto por Taylor de la especialización; y que se
desbordó a todas las áreas de la empresa.
El principio de la especialización dio resultados
maravillosos, la productividad hizo explosión. Además se aplicó al trabajo
mental y no solo al material. Hasta el trabajo profesional y administrativo se
especializó, y las empresas de negocios agruparon especialistas de habilidades
similares en organizaciones funcionales.
Actualmente se notan dos problemas de la especialización.
Como cada persona es responsable de una parte del proceso, nadie es responsable
del total y del producto del proceso. Esto provoca una gran infraestructura
para organizar, dirigir y controlar el trabajo.
El segundo problema es que no aprovecha el potencial humano.
Cuantas menos habilidades utilice el trabajo menos aprovecha nuestro potencial.
(Manganelli, 1995)
Pese a esto, este tipo de organización produjo mayores resultados
como nunca antes. La organización de mando y control que se necesita para
mantener el control es inflexible y pesada, es buena para imponer el
conformismo y mala para crear compromiso. Este tipo de organizaciones tienen
miedo al riesgo.
El modelo de mando y control se ve hoy en día como una
organización cada vez menos eficiente, porque vivimos en una época de cambio
acelerado. Las tendencias geopolíticas, sociales, económicas, culturales y
tecnológicas cambian con tanta velocidad que estas estructuras no logran
responder a los cambios.
En una organización no rediseñada no hay dueño del proceso
porque nadie se hace responsable de este. La reingeniería con frecuencia crea
organizaciones más planas, que incentiva la política de puertas abiertas y las
nuevas tendencias de liderazgo participativo.
Por esto, el concepto de reingeniería es una opción para
reaccionar ante la situación actual y sus cambios. La reingeniería, enfocada en
procesos eficientes que se basen en la satisfacción del cliente, logra eliminar
la antigua forma de funcionamiento de las empresas.
La reingeniería ha tenido un nivel de éxito asombroso,
debido a que los paradigmas tradicionales de organización del trabajo están
obsoletos.
Estos datan de la época de Adam Smith y de Frederick Taylor;
el primero de ellos, al publicar su famoso libro “La riqueza de las naciones”
(a fines del siglo XVIII) promovió las ventajas económicas de la
especialización del trabajo. Taylor, que es considerado el padre de la
ingeniería industrial, un siglo más tarde revolucionó la organización de la
industria en base a sus conocidos estudios de tiempos y métodos, que llevaron a
una racionalización científica del trabajo industrial.
Este enfoque produjo aumentos espectaculares de
productividad en la industria, y se basó en la división del trabajo en pequeñas
tareas elementales de carácter repetitivo. Los enfoques de Smith y Taylor
funcionaron asombrosamente bien mientras los mercados eran pequeños y no
competitivos, y los clientes poco exigentes.
0 comentarios:
Publicar un comentario